Para Eric Schmitt-Matzen, originario de Knoxville (ciudad estadounidense), ir a los hospitales sin estar enfermo era algo común, pues por muchos años, durante la temporada decembrina, se disfrazaba de Santa Claus para repartir sonrisas a chicos y grandes.
Sin embargo una de esas visitas a una clínica, la cual fue diferente debido a que fue solicitada por una enfermera, le cambió la vida por siempre.
En la llamada, la trabajadora del hospital le explicó a Schmitt-Matzen que un pequeño internado en el nosocomio, que padecía una enfermedad terminal, tenía como sueño más grande de su vida conocer a Santa Claus.
Eric comprendió que la petición, a pesar de ser triste, no representaba ningún problema, por lo cual aceptó la solicitud y 15 minutos más tarde, llegó al nosocomio donde cumpliría el sueño de un pequeño.
Allí se encontró con varios familiares del niño, entre ellos su madre, quien le entregó un juguete de una serie de dibujos animados de la televisión, The Paw Patrol, tras lo cual se dispuso entrar a la habitación del menor que yacía en su cama.
Al ingresar se dirigió al niño diciéndole: “¿Qué es eso que he oído de que te vas a perder las Navidades? De ninguna manera te las vas a perder porque tú eres mi duende número uno”.
Ante el mensaje, el pequeño lo miró y le preguntó si lo que decía era verdad, tras lo cual Eric asintió con un efusivo ¡“claro”!, mientras le entregaba el juguete que su mamá le había dado, pero debido a su estado de salud, el menor no pudo abrirlo.
“Estaba tan débil que parecía que estaba ya listo para quedarse dormido”, explicó Schmitt-Matzen en una entrevista
“Dicen que me voy a morir”, le aseguró el niño. Y le preguntó: “¿Cómo sabrán quién soy allá a dónde voy?”.
Eric, transmutado en el cándido Santa Claus, le aseguró que allá donde él iba sabrían que él era su duende preferido.
El niño se acercó a Santa y le hizo una última pregunta: “¿Tú puedes ayudarme?”.
Santa lo abrazó fuertemente, pero no tuvo tiempo de responderle, pues el pequeño, relató, murió en ese momento.
El hecho golpeó profundamente Schmitt-Matzen, quien declaró que el impacto de ver al niño morir entre sus brazos, le hizo pensar en la opción de abandonar su trabajo como Santa Claus. Pese a ello, esta navidad seguirá enfundándose en el gran traje rojo de terciopelo, seguirá siendo Papa Noel.
Con información La Silla Rota
También te puede interesar:
