Tras un año de ausencia en el medio, por el cáncer que le detectaron, Rebecca Jones regresa más fuerte y con una gran enseñanza de vida: vivir y disfrutar el ahora.

“El cáncer es un gran maestro y creo que lo que me enseña, en este momento, es a no detenerme y ver lo bello que es la vida. Nos olvidamos que somos almas y que no tenemos nada

más”, expresó.

“La vida me cambió muchísimo. Me cambió positivamente. No puedo creer como una cosa tan mala puede ser tan buena”.

Para la actriz, quien padeció cáncer en el ovario izquierdo tipo epitelial, lo más difícil fue el proceso de recuperación, que la mantuvo encerrada siete meses. Lo más difícil fueron los dolores de las quimioterapias, pensé en rendirme después de la cuarta quimio particularmente cuando ya me habían operado y ya me habían dicho que el cáncer estaba desaparecido. Yo decía entonces: ‘¿porque seguir con esto?’”.

Aunque el apoyo de su familia y amigos, sobre todo el de su hijo, fue fundamental, pensó en no compartir la mala noticia con ellos.

“No le quería decir a nadie porque no quieres molestar a la gente que amas. Luego las mujeres somos muy fuertes e independientes, pero tenemos que apoyarnos y decir las cosas”.

Compartió que no busca ser vocera del cáncer, pero sí piensa apoyar a algunas instituciones dedicadas al tema para brindar información, recomienda checarse a las personas, y no quedarse con una sola opinión médica.

“Gracias a Dios, creó que las personas que atravesamos por momentos así debemos tomar la parte positiva de todo en la vida porque cuando vienen las partes malas no nos podemos rendir”.

Staff I Agencia Reforma