Se dice… que en los rumbos de Ixmiquilpan ha surgido un personaje que de la noche a la mañana se siente político y quiere ser candidato a presidente municipal por Morena. Se trata de Emanuel González, apodado el Chino, quien es impulsado por políticos locales de medio pelo. González, conocido entre los ixmiquilpenses por ser golpeador de mujeres y de emborrachar jovencitas para asediarlas, anda muy echado para adelante para pelear la candidatura guinda para la alcaldía, sin tener trabajo político entre la tribu morenista. Los verdaderos morenos no le ven que prospere en su intento por conseguir ser alcalde.

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Se dice… que en la Ciudad de las Antenas se están agregando otros nombres para competir por la candidatura de Morena para la diputación federal por ese distrito. Entre esos perfiles se menciona a Andrés Soto, subsecretario en el Gobierno estatal; lo mismo que Ricardo Bravo Delgadillo, exalcalde de Tulancingo y director de Gobernación en Pachuca. Otro, Antonio Hernández Verá, actual diputado local, sin dejar de contar a otros aspirantes que también se andan moviendo para subirse a la arena política para disputar esa postulación.

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Se dice… que aunque esperaban al menos 4 mil personas a la toma de protesta de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación no llegaron ni mil y hay quienes estiman que apenas sumaron 800 more- nistas de municipios de la región Tulancingo y la zona Otomí-Tepehua, quienes en su mayoría aspiran a un cargo de elección popular, desde la diputación federal hasta aunque sea una regiduría; el problema es que aunque la cobija es ancha no da para tanto y entonces qué va a pasar con aquellos que que- den fuera, porque ahora resulta que todos dicen tenerla segura.

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Se dice… que quien se pasa de la raya es Roberto Núñez, de Actopan, el exdiputado por un minuto. Resulta que tras la muerte de su mamá se dedicó a vender todo, quedarse con la herencia, incluso se deshizo de la dulcería de la familia y a su papá se lo llevó a vivir a su casa, aunque en realidad le habilitó una habitación al fondo del jardín, para poderlo observar y que este no se le vaya a escapar, pues el señor no puede salir ni a la banqueta sin autorización o sin su acompañamiento; prácticamente lo tiene confinado en la habitación.

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