Luego de la misa celebrada el 30 de enero en San Primitivo, Tlahuelilpan, donde se incendió una toma clandestina de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), con saldo de más de 120 fallecidos, familiares de las víctimas mortales propusieron la edificación de un memorial.
Juan Cortés Medina, poblador de la comunidad, dijo a Criterio que la visita de los obispos de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez; Huejutla, José Hiraís Acosta, y Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, los motivó para gestionar con el gobierno la construcción de un monumento.
“Sabemos que es complicado porque el terreno pertenece a un particular y se usa para la siembra, pero es necesario tener un espacio para recordar a los que ahí murieron; una construcción tipo memorial que nos permita honrar la memoria de nuestros seres queridos”, agregó Cortés Medina.
En el lugar del siniestro, familiares de los occisos han colocado cruces, flores y recuerdos de las personas fallecidas.
Los deudos señalaron que la siguiente semana plantearán el proyecto a las autoridades; sin embargo, deben aguardar a que el gobierno estatal termine de analizar el ADN de los 52 restos que se encuentran en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
“Todavía hay gente que busca a sus seres queridos, por ello no tenemos una fecha exacta para la construcción”, indicó.
Agregó que la idea del memorial es que no vuelva a ocurrir un hecho similar.
El 18 de enero, la fuga de combustible en una toma clandestina de Pemex estalló mientras cientos de pobladores recogían en bidones y garrafones el hidrocarburo que brotaba de la ordeña.
Según testimonios, los pobladores del municipio y otras partes de la región acudieron luego de enterarse de que en el lugar regalaban combustible.
La toma fue sellada por la empresa productiva del Estado el jueves pasado, 13 días después de la tragedia que ha enlutado a San Primitivo.
Jesús González
Tlahuelilpan
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