La planta alta del Museo de Minería se ha convertido en un lugar mágico, con imágenes de bosques, librerías enormes, paisajes llenos de nieve, niños y animales que forman parte de la exposición Antes del juego, de la ilustradora Martha Avilés.

Según la creadora con tres décadas de trayectoria, siempre que los menores ven las ilustraciones en una exposición se sorprenden.

“Muestran sorpresa y hasta desconcierto porque no entienden que algo que ven impreso siempre, exista de verdad. A mí me pasa que me dicen que soy una mentirosa y eso nadie lo puede hacer porque eso ya está hecho”, dijo Martha al referirse a sus dibujos.

“La verdad creo que siempre les alegra mucho ver que lo que está en un libro tiene un trabajo previo, un proceso y un pensamiento. A ellos les gusta mucho”.

Avilés comenzó su trabajo en la industria editorial en México, pero los últimos 18 años ha trabajado, sobre todo, para el mercado de Estados Unidos.

La muestra que se encuentra en Pachuca representa la mitad de esos trabajos, el proceso creativo en México, lo que le permitió acceder a otros mercados.

“El proceso creativo es algo muy complejo. Me cuesta trabajo poder explicarlo. Lo más simple es que un editor te habla y te dice:

‘Hay esta historia, ¿la quieres ilustrar?’ Y si te identificas con el tema, te habla y te entusiasma, entonces lo aceptas.

“Después empieza un proceso creativo que puede ser de muchas maneras y puede ser emocionante, angustiante, te ofrece emociones muy diversas, dificultades, momentos muy gozosos. Es complejo porque tienes que pensar mucho en el público, en lo que quieres decir, ofrecer lo mejor que puedas”.

La ilustradora considera que las imágenes que ella crea nacen de una búsqueda personal: “expresas tus habilidades de cierto modo y siempre estás bordando a través de algo que te sale naturalmente. El mismo trabajo hace que haya una evolución o involución también”.

Sara Elizondo | Pachuca