Durante esta temporada navideña es común observar cómo los animales de compañía son regalados como mascotas; sin embargo, meses después, al menos el 70 por ciento de ellos termina en situación de abandono o incluso de violencia.
En entrevista con Criterio, Alba Jiménez y Pedro Guerrero, activistas animalistas, señalan que lo anterior es un problema recurrente y cómo se puede solucionar.
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Como una mal llamada costumbre, los padres de familia han cosificado a los animales de compañía dándolos como regalo en esta temporada, lo que genera en los meses posteriores una gran cantidad de abandonos cuando el encanto y la ternura se les va.
Alba Jiménez, fundadora y representante de la organización La Jauría de Balú, quien cuenta con 17 años en la defensoría de los derechos animales, admitió que este problema se da por tratar como un objeto a diversas especies como perros, gatos e incluso reptiles o aves.
Asimismo, la activista lamentó que la compra de cualquier animal es sencilla, ya que son comercializados por criaderos clandestinos o veterinarias sin la autorización necesaria; incluso arrebatándolos de su madre antes de los tres meses de edad, tiempo en el que aún no cuentan con la motricidad suficiente para valerse por sí mismos.
Ejemplo de ello son los siete puestos de venta clandestina de cachorros que se colocan en el tianguis de la plaza de toros de Pachuca los fines de semana, en los que se ofertan diferentes razas encerradas en jaulas pequeñas o en las cajuelas de los automóviles.
“Es un problema de ideología. La adquisición y la venta de animales de esa manera no es la correcta; por otra parte, pedimos un compromiso real de las autoridades, que dejen esa simulación de ayudar a los animales”, comentó.
Coincidió en ello Pedro Guerrero, quien también cuenta con más de 10 años de experiencia en el activismo animalista y quien, con Lorena Rivera, comanda el santuario Cuatro Patitas un Corazón, en Mineral del Monte.
A decir del activista, el punto clave de este problema son los usos y costumbre que se arraigan desde años atrás, los cuales aún no se han podido revertir por parte de los animalistas, pues generación tras generación se preservan.
Pedro detalló que México ocupa el tercer lugar mundial en abandono, mientras que es el segundo escaño en América.
De igual manera, a lo largo de su experiencia en los rescates y rehabilitación de animales, aseveró que por lo menos el 70 por ciento de especies que son regaladas durante esta temporada termina en situación de abandono o maltrato, por lo que los próximos meses son de mucho trabajo para los refugios dedicados a salvaguardarlos.
“Acaban así porque pierden la ternura de cachorros, esa dulzura para las personas dura seis meses, después ya dicen que está feo, es inquieto, y terminan en la calle o amarrados en los traspatios”, declaró.
Lo anterior, para el activista, es el reflejo del “nulo avance de la sociedad y sus gobernantes”, ya que en otros países han implementado diversas estrategias para tratar de acabar con este problema, con ayuda a personas adoptantes y revisiones constantes.
Luis Godínez | Pachuca