Las características más importantes del imperio mexica, además de sus vínculos y similitudes con la cultura maya, se exponen a través de un centenar de piezas en la muestra Mexicas, elegidos del sol, en el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, en Mérida, Yucatán.

Mediante cinco módulos temáticos y 118 piezas procedentes de los museos Nacional de Antropología, Templo Mayor y Palacio Cantón, entre esculturas, vasijas, relieves, lápidas y objetos rituales, la exposición arranca desde la peregrinación mexica de la mítica isla de Aztlán, “lugar de las garzas”, hasta llegar a su asentamiento definitivo y fundación de la gran ciudad de Tenochtitlan.

A partir de ahí, se podrá conocer cómo este pueblo se convirtió en el extenso imperio que dominó gran parte de Mesoamérica con grandes campañas militares, la importancia de la religión que abarcaba todos los aspectos de la vida y su relación con la guerra y la conquista, además del contacto comercial que tuvieron con la civilización maya.

El papel de los mayas adquiere un peso importante en la muestra, que propicia un diálogo entre ambas culturas.

“Este diálogo no es contemporáneo sino histórico, entre dos culturas que nunca se sometieron o lucharon, pero que influyeron en visiones y creencias, enriqueciendo así sus objetos y representaciones plásticas”, señaló el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto.

Prieto explicó que, en el marco de la celebración del 30 aniversario del Museo del Templo Mayor y los 40 años del Proyecto Templo Mayor, llega esta exposición sobre el pasado mexica y de la nación.

“Sus símbolos han servido como hilos en el tejido identitario de nuestra nación independiente y hoy están al alcance de nuestros ojos en las salas de este también icónico palacio”, destacó el titular del INAH.

La exposición cuenta con piezas monumentales de lítica que representan el amplio panteón mexica, vasijas de cerámica, puntas de proyectil, cetros de obsidiana y rostros pedernales que formaban parte de las ofrendas encontradas en las inmediaciones al Templo Mayor.

También se exhiben dos réplicas de las esculturas de Coyolxauhqui y del Guerrero estelar procedentes de la exposición Nuestra sangre. Nuestro color: La escultura polícroma de Tenochtitlan.

En la inauguración de la muestra el pasado viernes estuvieron, entre otros, el secretario de la Cultura y las Artes de Yucatán, Roger Metri Duarte; el coordinador nacional de Museos y Exposiciones del INAH, José Enrique Ortiz Lanz; el director del Centro INAH Yucatán, Eduardo López Calzada; la directora del Museo del Templo Mayor, Patricia Ledesma, y la directora del Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, Giovana Jaspersen.

SÍMBOLO DE IDENTIDAD AL ALCANCE DE TODOS

En el marco de la celebración del 30 aniversario del Museo del Templo Mayor y los 40 años del Proyecto Templo Mayor, llega esta exposición sobre el pasado mexica y de la Nación.

La exposición cuenta con piezas monumentales de lítica que representan el amplio panteón mexica, vasijas de cerámica, puntas de proyectil, cetros de obsidiana y rostros pedernales.

También se exhiben dos réplicas de las esculturas de Coyolxauhqui y del Guerrero estelar procedentes de la exposición Nuestra sangre. Nuestro color: La escultura polícroma de Tenochtitlan.

Sus símbolos han servido como hilos en el tejido identitario de nuestra Nación independiente y hoy están al alcance de nuestros ojos.

CIFRA

118 PIEZAS procedentes  de los museos Nacional de Antropología, Templo Mayor y Palacio Cantón.

 

“Este diálogo no es contemporáneo sino histórico, entre dos culturas que nunca se sometieron o lucharon, pero que influyeron en visiones y creencias, enriqueciendo así sus objetos y representaciones plásticas”

DIEGO PRIETO,
director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)