Un evento astronómico extraordinario está a punto de deslumbrar a los habitantes de la Tierra. Se trata de un cometa tres veces más grande que el monte Everest, conocido como “Cometa Diablo”, que se aproxima a nuestro planeta y podrá ser visto a simple vista por primera vez en 70 años.

Este gigantesco cuerpo celeste, oficialmente denominado 12P/Pons-Brooks, ya puede ser observado con telescopios, incluidos modelos no profesionales, debido a su impresionante tamaño de 30 kilómetros de diámetro. Sin embargo, conforme se acerque a la Tierra, será visible en el cielo nocturno incluso a simple vista, ofreciendo un espectáculo celestial sin precedentes.

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Los astrónomos anticipan que el mejor momento para observar este fenómeno será el 21 de abril próximo, cuando el cometa alcance su perihelio, su punto más cercano al sol; sin embargo, aproximadamente un mes antes de esta fecha, comenzará a ser visible en el cielo nocturno y se espera que su brillo aumente gradualmente a medida que se acerque.

Según la NASA, el cometa debería ser visible en el cielo durante el eclipse solar total del 8 de abril, cuando pasará sobre México, Estados Unidos y Canadá. Este evento astronómico ofrecerá a los observadores una oportunidad única de presenciar el paso de este fenómeno celeste.

¿Por qué se llama Cometa Diablo?

El Cometa Diablo es conocido por su naturaleza criovolcánica, lo que significa que entra en erupción con polvo, gases y hielo cuando aumenta la presión en su interior. El año pasado, una erupción en su superficie provocó que se iluminara cien veces y que una segunda columna de material brotara, dándole la apariencia de tener cuernos.

A pesar de su nombre intrigante, el cometa no representa ningún peligro para la Tierra, ya que su órbita no cruzará la nuestra, sino que pasará cerca de ella.

12P/Pons-Brooks fue descubierto inicialmente en 1812 por Jean Louis Pons y más tarde fue identificado como un cometa periódico por William Robert Brooks, en 1883. Este cometa, que se acerca a la Tierra cada 70 años aproximadamente, ofrece a los observadores una oportunidad única para presenciar uno de los fenómenos más impresionantes del cosmos.