Los indígenas le manifestaron su agradecimiento y cariño al jerarca católico por autorizar nuevamente la ordenación de diáconos permanentes, mientras la gente gritaba: “Tenemos un Papa al lado de los pobres”.
Momentos después, los indígenas le entregaron dos traducciones de la Biblia, uno en tzeltal y otro en tzotzil, mientras de fondo se escucharon caracolas y música de marimba