Se calcula que solamente en la empresa productiva del Estado, el número de empleos suprimidos sea de 8 mil 997, en tanto que la SEP podría eliminar 14 mil 496 plazas y la STC 5 mil 115.
El especialista del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), Arturo Carranza, explicó que, en el caso de Pemex, “La reducción de personal es evidente.
La crítica en este sentido por parte de calificadoras es que debió darse antes, pues la crisis del precio del petróleo empezó a finales de 2014 y en 2015 no se gestionó una reducción de plazas de forma oportuna, ni de inversiones”.
“Tendremos que acostumbrarnos a que hay un cambio de estructura como empresa, una firma en la que el petróleo ya no es tan rentable como antes. Tendremos un Pemex más pequeño y ya no se necesitará de tanto personal operativo como se requería antes; la reforma energética permite que haya participación de otro tipo de personal, que no necesariamente tenga que ser contratado por el Estado”, agregó.
Los estados que más van a sufrir con esta situación serán Veracruz, Nuevo León y Tamaulipas, sostuvo, por lo que la federación debe promover políticas para que los trabajadores se reinserten al mercado lo más pronto posible.
Con información de El Financiero
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