La explotación y engaño a jornaleros de la Huasteca, quienes migran a otros estados en busca de oportunidades laborales, es frecuente por parte de enganchadores, según las denuncias penales que se interponen ante conciliadores municipales, expresó el titular de la Comisión Estatal para el Desarrollo Sustentable, Enrique Simón Romero.

“Hay que tener cuidado con cualquier tipo de enganchador porque no ofrecen las condiciones mínimas que garanticen los derechos humanos y laborales”, advirtió el funcionario.

Por lo anterior, recomendó a los empleados agrícolas que busquen empresas que estén certificadas por la Secretaría del Trabajo, “pues así podrían contar con seguridad social”.

Reconoció que su área no tiene un censo de cuántas personas en la región se encargan de llevar a pobladores a laborar en campos de otras entidades y que no están avalados por la dependencia mencionada.

Agregó que en la región, mediante anuncios de radio, empleadores invitan a trabajar a los habitantes de la Huasteca.

Simón Romero planteó que el tema migratorio “es complicado y delicado porque incluye a un sector social importante”.

La Cámara de Diputados no contempló al programa 3×1 Migrantes dentro del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020, esquema mediante el cual se daba recursos a las familias de las personas que se mudan para laborar en otros países.

En su edición de ayer, Criterio publicó que 30 habitantes de las localidades Cochotla, Cochiscuatitla, Atlapexco, y Cuamontax, Huazalingo, acusaron que fueron defraudados por Gustavo Hernández Hernández, quien los contrató para trabajar en actividades agrícolas en San Luis Potosí.

“El número de migrantes a los campos del norte del país son cifras variables. Un jornalero puede viajar de dos a tres veces por año; se habla que más de 1500 personas están en constante tránsito, seguramente las cifras pueden ser mayores”,  Enrique Simón Romero, titular de Desarrollo Sustentable

Salomón Hernández
Huejutla