Derechohabientes del hospital de Pemex en Tula, principalmente jubilados, se manifestaron para protestar por el deficiente servicio que reciben y por el retraso en el pago de viáticos que hay en el sanatorio a causa de la mala administración existente.
Sin un líder visible, los quejosos dijeron que debido a la mala administración que mantiene desde su llegada el director Luis Fernando Durán Gutiérrez, la calidad de la atención ha bajado en todos los sentidos, desde retrasos en las citas, hasta falta de medicamentos y deficiencias en los traslados de ambulancias.
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Denunciaron que desde hace por lo menos seis meses se le ha hecho saber a la administración cuáles son las principales deficiencias, pero lamentaron que hasta hoy no les han hecho caso.
También demandaron que la atención de especialidades esté en Tula y no en Bojay, Atitalaquia, ya que, como jubilados, les es muy complicado trasladarse hasta otro municipio. Indicaron que lo que más hace falta en la Capital Tolteca es el servicio de geriatría.
Asimismo, exigieron que haya servicio de un médico general exclusivo para Tula y un resurtimiento general de medicamentos en el hospital de la Unidad Habitacional Pemex (UHP), y que los privilegios no estén todos en el hospital de Bojay.
Otras peticiones fueron: cubrir las plazas de los médicos que están de vacaciones, entre ellos el gastroenterólogo, el cardiólogo y el odontólogo, además de surtir la farmacia y líneas faltantes de hipertensión.
Los manifestantes fueron atendidos por el director y por el representante de jubilados, Ángel Garduza López, quienes les dijeron que tendrían dos semanas para cubrir las deficiencias que hay en el sanatorio y que se volverían a reunir después de ese lapso para evaluación.
Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende