Descubre cuáles son las razas más adecuadas para estar con familias, por su naturaleza, paciencia y tolerancia. ¡No te lo pierdas!
Adoptar un perro no es una decisión fácil, fundamentalmente en aquellas familias en las que hay niños pequeños. Es por ello que es importante una buena adaptación tanto de la mascota como de la familia, para poder explorar el vínculo con tranquilidad y saber cómo accionar en el caso de que corresponda.
En este artículo encontrarás cuáles son las razas que cuentan con una naturaleza más amable, paciente, y tolerante, y cuáles son las más desaconsejadas para convivir con niños, además de cuidados aconsejados para incorporar mascotas nuevas al hogar.
Cabe destacar que sólo se trata de sugerencias que pueden diferir con la realidad, debido a que cada personalidad animal es independiente de su raza, al igual que puede ser modificada por un adiestrador que acompañe el vínculo.
En este apartado encontrarás algunas de las razas de perro que son consideradas como buenas opciones para incorporarlas en familias con niños:
Es importante tener en cuenta, tal como lo mencionamos anteriormente, que el carácter con el que se forma un perro puede ser muy distinto entre sí, aunque las características de la raza pueden servir como un indicio.
Para que las mascotas de la casa se mantengan saludables y felices, es importante que los dueños respondan a las necesidades básicas. Es por ello que existen una serie de cuidados generales que se pueden impartir que enlistamos a continuación:
Otro tipo de alimentación además de Dog Chow, enfocada en las características de la raza, es la BARF, aunque ello requiere una organización más familiar para su cocción.
Tan importante como el paseo y la asistencia al veterinario, es importante que tu mascota sea cuidada en la vida diaria, con atención y afecto. Los perros y gatos son mascotas domésticas que requieren atención, compañía y cariño, y que los dueños somos los responsables de proporcionarlas.
Dedicarles tiempo de calidad, compartir juegos y paseos, es de los mejores momentos que podrán atesorar nuestras mascotas, por ello son fundamentales para fortalecer el vínculo y que sean felices y prosperen emocionalmente.
Si bien existen varias formas de adaptar a una mascota a una dinámica familiar, lo concreto es que se deberá trabajar en determinados hábitos para poder lograr un vínculo entre los integrantes de la familia y la nueva mascota.
Fundamentalmente, si en el hogar hay un niño, es importante trabajar en esa relación, para evitar reacciones inesperadas de parte del perro, y también, proteger la integridad de ambos. En ese sentido, la supervisión cumplirá un rol fundamental para la seguridad de ambos.
Otro punto clave será establecer límites claros para ambos: es decir, que la niñez comprenda que hay ciertas acciones que estarán bien, como acariciarlo; y algunas que no corresponde, como interponerse entre el plato de comida y el perro cuando está comiendo. Trabajar en la interacción de ambos hará que mantengan una relación cuidadosa entre ambos.
Es importante considerar si es necesaria la asistencia de un adiestrador canino, o entrenador de comportamientos, para lograr que el vínculo entre una niñez y una nueva mascota sea el correcto.
Ellos podrían colaborar a tener ciertas pautas de comportamiento, o ayudar a formar una rutina, que alimente el vínculo, pero fundamentalmente que responda a las necesidades de la mascota, para evitar que por medio de actitudes demuestre necesidades insatisfechas.
Finalmente, es fundamental trabajar, como mencionamos antes, en el respeto mutuo entre todos los integrantes de esta familia, con el objetivo de que se respeten los espacios y tiempos de todos, y así evitar inconvenientes.
Recuerda que tener una mascota es toda una responsabilidad: brindarle cariño, cuidados, darle la mejor alimentación posible, y trabajar en el vínculo entre todos los integrantes de la familia será clave para la integración sana.
Si bien hay ciertas razas más adecuadas para hogares con niños, lo concreto es que será fundamental trabajar en el vínculo porque será lo que finalmente haga la diferencia en su comportamiento. ¡A disfrutar del nuevo integrante!
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