Hidalgo es opción para hacer un viaje por el tiempo. Sus iglesias, ruinas arqueológicas y haciendas te llevarán a diferentes épocas para conocer su historia, usos y costumbres.
Un claro ejemplo es la Hacienda de San Miguel Regla, cuyos envidiables paisajes y bellas construcciones históricas te invitan a la fantasía de la época colonial.
Para llegar a este paraíso es necesario tomar el Corredor de la Montaña, continuar hasta el Pueblo Mágico de Huasca de Ocampo; ahí hay señalamientos que hacen sencillo el arribo. El tiempo en auto es de 30 a 40 minutos, aproximadamente.
La Hacienda de San Miguel Regla es una edificación que data del siglo XVIII, propiedad de Pedro Romero de Terreros, conde de Regla, conocido en la región y el país por la explotación de yacimientos de minerales (principalmente oro y plata) en la zona de Real del Monte.
La hacienda se construyó en un lugar estratégico, cercano a las minas de plata y una riqueza natural inmejorable, de ahí que la vegetación sea abundante y los productos alimenticios vastos en la actualidad.
En este sitio, mineros fundadores solían tener reuniones de negocios; hoy en día es un hotel que conserva parte del casco original y una capilla que mantiene su belleza y sencillez.
En este exclusivo hotel encontrarás la tranquilidad ideal para descansar, sin olvidar la belleza de la hacienda y dos lagos naturales para el deleite de los visitantes, además de ser el escenario ideal para sesiones fotográficas, convenciones, bodas, XV años, bautizos, lunas de miel o para pasar un fin de semana único.
La hacienda
Cuenta con más de cien habitaciones y dos lagos naturales, que se crearon al inundarse parte de la vieja construcción, misma que data del siglo XVIII, cuando el conde de Regla, famoso por ser el hombre más rico del mundo en esa época, decidió también fundar el Monte de Piedad.
Viaje en el tiempo
Te maravillará su capilla de estilo barroco, el acueducto y la mazmorra en donde encerraban a enfermos de viruela y sarampión. Pregunta por la visita a sus laberintos y túneles secretos.
Martha de la Rosa | Pachuca