Cada año intentan pasan la frontera con Estados Unidos alrededor de cien pobladores de Nicolás Flores, municipio de donde provenían dos migrantes fallecidos tras intentar cruzar el río Bravo –cuya desaparición fue reportada al gobierno estatal el 15 de julio y sus restos fueron repatriados con apoyo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso)–, informó el edil Nicolás González Elizalde.
Según la última actualización de los Perfiles Sociodemográficos Municipales que elabora el Consejo Estatal de Población (Coespo), esa demarcación registró una intensidad migratoria “muy alta” hacia el vecino del norte en 2010, pues ocupó el cuarto lugar estatal.
No obstante, González Elizalde considera que no existe riesgo de que comunidades desaparezcan debido a la cantidad de lugareños que se traslada a Estados Unidos.
El panista reconoció que el gobierno del estado ha atraído inversión a la entidad –por 53 mil 469 millones de pesos en la presente administración–; no obstante, no es suficiente para evitar la migración en busca de mejores condiciones de vida.
Agregó que los dos hidalguenses que murieron al intentar cruzar el río, quienes fueron sepultados el sábado pasado, tenían trabajos en el municipio. Señaló que él también fue migrante, pues vivió en la Unión Americana durante 20 años.
“Lo que me orilló a irme fue la mejora (de calidad de vida). Los seres humanos, por naturaleza, no nos conformamos”, aseveró.
Aunque González Elizalde ha sido edil en dos periodos —en 2008-2012, por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y 2016-2020, por Acción Nacional (PAN)—, afirmó que lo que posee no se lo dio México, sino Estados Unidos”.
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