El exdirector general de Pemex durante la administración del presidente Ernesto Zedillo, habló sobre la ineficiencia y corrupción en la petrolera estatal, asegurando que “la corrupción está en todas partes, en todas las áreas y en todos los niveles de la jerarquía (…) el crimen organizado se ha movido hacia las actividades logísticas de Pemex”.
De acuerdo con la publicación Natural Gas Intelligence, el exdirector de Pemex publicó una serie de artículos en el diario La Jornada sobre los problemas que enfrenta Pemex Transformación Industrial (PTI), considerada el área más sensible políticamente de Pemex.
La publicación indicó que la acusación del crimen organizado es particularmente grave, ya que ningún alto ejecutivo de Pemex alguna vez ha dicho que la corrupción sea generalizada o que el crimen organizado esté de alguna forma en asociación dentro de partes de la compañía.
Sobre PTI, Lajous consideró que es el área más políticamente sensible de Pemex. Las medidas provisionales para instalar un mercado de gasolina causaron caos y saqueo en medio de protestas contra los aumentos de precios a principios del año pasado, en lo que fue el único estallido físico del descontento popular sobre la reforma energética de 2013-2014.
PTI planea actualizar las refinerías de Pemex, lo que Lajous señaló que es necesario, pero requeriría 25 mil millones de dólares y, como mínimo, seis años para poner en práctica, sin mencionar muchos más miles de millones de dólares que se requerirían en áreas como el transporte y la infraestructura de almacenamiento.
En otras palabras, el próximo presidente mexicano, que debe asumir el cargo el 1 de diciembre, debería dejar un cheque en blanco de 25 mil millones de dólares para pasar a su sucesor.
Los resultados financieros han sido de un orden en los últimos años que habrían persuadido a los accionistas de una empresa del sector privado a buscar protección contra la bancarrota.
En el cuarto trimestre del 2017, Pemex acumuló una pérdida neta de 19 mil millones de dólares. Lajous mencionó que, sin una inversión masiva y recortes de mano de obra, ninguno de los cuales es factible, al menos a corto plazo, las refinerías quedarán “atrapadas por un mecanismo perverso: cuanto menos crudo procese, menos dinero perderá”.
Además, la reorganización corporativa que condujo a la fundación de PTI ha oscurecido la transparencia agrupando las cifras de gas natural y petroquímicos, y luego las ha restado de las actividades logísticas y comerciales.
El resultado ha imposibilitado hacer comparaciones con años anteriores en refinación, lo que ha contribuido a la pérdida de la disciplina administrativa en una de las principales líneas de negocios de la compañía, destacó Lajous. “Una mayor transparencia es esencial para la construcción de mercados competitivos”, agregó.
Agencia Reforma
Ciudad De México
