En el año que concluye, el Museo Nacional de la Revolución (MNR) ofreció una visión más humana del periodo revolucionario, al dar cuenta de sus protagonistas no como héroes o caudillos, sino al resaltar su parte más humana durante la lucha revolucionaria, aseguró su directora Alejandra Utrilla.
Al hacer un balance de este espacio cultural, la promotora cultural consideró que no obstante la pausa que se hizo tras los sismos de septiembre, en 2017 el recinto se consolidó y sus actividades no sólo se quedaron dentro del recinto, sino que salieron para atrapar a los vecinos de la zona de
la Tabacalera.
El MNR llevó a cabo dos periodos de jazz que fueron exitosos y cerraron con un concierto debajo de la cúpula del Monumento a la Revolución, donde estuvo Héctor Infanzón, con un recital en la parte de arriba y eso fue el cierre de todo el ciclo.
“El jazz está muy posicionado y no sólo queremos hacer jazz, también otras actividades, mucha divulgación sobre la revolución y su periodo previo y posterior”, señaló.
Consideró que al ofrecer un guión curatorial que exhibe a personajes de la revolución más humanos, “sus visitantes hablan de otra manera de la historia, estamos ampliando el abanico de la historia, estamos saliendo del discurso oficial, de que los caudillos fueron héroes, sacando la parte humana.
Según Utrilla, este museo debe tener un discurso que es muy complejo, porque lo mismo le tiene que llegar a un niño que a una persona que nunca ha entrado a un museo y es su primera vez, y también tenemos que resistir el análisis de un especialista o alguien que viene por ejemplo de Harvard a ampliar y buscar un conocimiento sobre la Revolución Mexicana.
Actualmente, hay una muestra que estará abierta hasta marzo del 2018, presenta 300 obras, entre carteles, libros y grabados realizados por Leopoldo Méndez, Pablo O´Higgins, Alfredo Zalce y Jean Charlot.
“Fue un buen año en cuestión de que el museo se posicionó mejor entre otros museos; ampliamos nuestras actividades, hemos salido al patio a hacer actividades, las Noches de Museo estuvieron mucho más llenas desde las 5 de la tarde y abrimos también un Libroclub”
ALEJANDRA UTRILLA,
MUSEO NACIONAL DE LA REVOLUCIÓN