El primer debate presidencial en México desató una serie de críticas y defensas entre los candidatos y el Instituto Nacional Electoral (INE), tras las acusaciones de cambios en el formato por parte de las aspirantes Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, mismas que el árbitro electoral rechazó.

Durante el encuentro, tanto Sheinbaum como Gálvez expresaron su descontento por lo que consideraron una modificación en las reglas acordadas previamente. “Todo son preguntas; no era el formato pactado, la verdad es que lo cambiaron sin avisarle a nadie”, afirmó Gálvez en una entrevista.

Te puede interesar: Ecuador, abierto a restablecer relaciones con México

Únete a nuestro Canal de Whatsapp y recibe las noticias en tiempo real https://bit.ly/3S0OztH

Alfonso Ramírez Cuéllar, coordinador de campaña de Sheinbaum, y Marko Cortés, líder nacional del PAN, también coincidieron en que el formato del debate no permitió profundizar en el intercambio de ideas.

Sin embargo, la consejera del INE Carla Humphrey salió al paso de las críticas al afirmar que en noviembre se fijaron las reglas para un debate con moderación activa. Humphrey explicó que dicho acuerdo permitía a los moderadores interactuar directamente con los candidatos y realizar preguntas personalizadas.

Ante las críticas, el INE informó que ninguna candidatura tuvo afectación en sus tiempos durante el debate, a pesar de una falla técnica en los relojes. Se admitió que se presentaron dos fallas técnicas, pero que no afectaron el tiempo total de exposición de los candidatos.

Se espera que, tras las críticas y las fallas técnicas, se tomen acciones para mejorar el formato en los siguientes debates. El INE anunció una conferencia de prensa para abordar lo ocurrido en el primer encuentro presidencial.