El panorama de las adopciones en la Ciudad de México ha dado un vuelco significativo con las recientes modificaciones implementadas por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). En un movimiento notable, el DIF ha reajustado sus reglas de adopción, otorgando un énfasis renovado en el derecho fundamental de los niños a vivir en familia.

El cambio más destacado radica en la priorización de la unidad familiar, como lo señala el comunicado publicado en la Gaceta capitalina. Anteriormente, el enfoque recaía en garantizar el interés superior de los niños, asegurando la designación de solicitantes aptos. Sin embargo, ahora se recalibró la perspectiva para asegurar que el derecho a vivir en familia se materialice de manera efectiva.

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Una de las modificaciones más resonantes abordó la situación de los hermanos. En casos donde exista un grupo de hermanos en condiciones de ser adoptados, se buscará primordialmente mantener su unidad familiar. No obstante, se reconocen los factores que podrían dificultar esta colocación conjunta, como la edad, la salud física, la discapacidad, entre otros.

En tales circunstancias, se evaluará la posibilidad de colocar a los hermanos en distintas familias, siempre y cuando se garantice su convivencia continua, evitando que se rompa su vínculo familiar.

Estos cambios responden a la necesidad de adaptar los procesos de adopción a las realidades y necesidades de los menores bajo la tutela del DIF. De acuerdo con el comunicado, se busca garantizar que la convivencia entre los hermanos sea segura y beneficiosa para su desarrollo integral, respetando en todo momento su interés superior.

Es relevante destacar que estas modificaciones surgen en un contexto donde las adopciones representan una vía importante para brindar un hogar a niños que, por diversas circunstancias, se encuentran en situación de desamparo. Según datos recopilados por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), entre 2014 y 2022, se recibieron 542 solicitudes de adopción por parte del Sistema Nacional DIF, de las cuales el 22% concluyeron en adopción.

Es crucial tener en cuenta la realidad de los menores que son retirados de sus hogares por maltrato y omisión de cuidados, como lo evidencia el retiro de 83 niños en situación de calle en los últimos tres años. Estas cifras subrayan la importancia de contar con un sistema de adopción eficiente y sensible a las necesidades de los niños más vulnerables.

Entre otros ajustes realizados por el DIF, se destaca el cambio en la temporalidad de los trámites de adopción. Ahora, los adoptantes recibirán la orientación previa después de presentar la solicitud, en lugar de antes. Además, se ha incrementado el número de documentos requeridos y se ha extendido el plazo para la visita de la trabajadora social al hogar de los posibles adoptantes, pasando de 60 a 90 días.