La Profeco ha intervenido para aclarar las preocupaciones sobre su seguridad y su impacto en los alimentos. Contrario a la creencia popular, la radiación emitida por estos electrodomésticos no es dañina para la salud ni afecta la calidad de los alimentos.
Según la Profeco, los hornos de microondas utilizan ondas electromagnéticas para calentar los alimentos, similar a la energía emitida por un foco. Esta radiación, no ionizante como la del wifi, no representa riesgos para la salud cuando se utilizan correctamente.
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Noelia Veglia, ingeniera del Laboratorio de Radiocomunicaciones de la UNRC, comparó la frecuencia de funcionamiento del microondas con la del wifi, pero con una mayor potencia.
La Organización Mundial de la Salud respalda esta afirmación, asegurando que los hornos de microondas son seguros cuando se usan siguiendo las instrucciones del fabricante.
Sin embargo, aunque se consideran electrodomésticos seguros, es importante mantener ciertas precauciones para garantizar su correcto funcionamiento y evitar posibles riesgos:
- Observar el blindaje del microondas: Noelia Veglia enfatiza que el blindaje del microondas impide que la radiación escape, y la puerta cuenta con un sistema de seguridad para evitar que se encienda si no está cerrada correctamente.
- Solucionar riesgos de contaminación: Es fundamental limpiar regularmente el microondas con el aparato desconectado. Se recomienda limpiar con un trapo húmedo y detergente, seguido de otro trapo húmedo para eliminar cualquier residuo de limpieza.
- Evitar los recipientes de plástico: Aunque algunos recipientes de plástico son seguros para usar en microondas, se recomienda optar por vajilla o fuentes de vidrio y cerámica para evitar posibles contaminaciones.
