La victoria implacable del Partido Conservador en las legislativas británicas, anunciada por un sondeo a pie de urna, marca el hundimiento definitivo del bando proeuropeo que conservaba la esperanza de poner fin al Brexit.

Para romper el bloqueo de un Parlamento dividido, el primer ministro probrexit logró la proeza de alzarse con la mayor hegemonía conservadora en tres décadas, según las primeras estimaciones.

Con este resultado se desvanece la última esperanza de los eurófilos de dar marcha atrás tras el referéndum de 2016, en que 52 por ciento de británicos votó por abandonar la Unión Europea.

El jefe del principal partido de oposición, el laborista Jeremy Corbyn, sufrió una derrota dolorosa e histórica. Y el eurófilo Partido Liberal Demócrata no logró el avance que esperaba con la ambición de convertirse en una gran formación centrista.

Los únicos eurófilos que se frotaban las manos el viernes mientras esperaban de madrugada que los resultados oficiales confirmasen las proyecciones del sondeo eran los independentistas escoceses del SNP, que obtenían casi todos los escaños en juego en Escocia, la única parte del Reino Unido donde se presentaban.

Se consolidan así como la tercera fuerza política en el Parlamento de Westminster.

Este resultado implica “el fin definitivo de la idea de que el Brexit podía evitarse”, afirmó Sara Hobolt, profesora de Ciencias Políticas en la London School of Economics (LSE).

Todo, a pesar de que los liberal demócratas habían llegado en segundo lugar en las elecciones europeas de mayo, con 20 por ciento de los votos, y en los últimos meses se habían sumado a sus filas los diputados conservadores proeuropeos expulsados del partido de Johnson tras rebelarse contra él.

fracaso

No funcionó el pacto antibrexit formado por los liberal demócratas con otras dos pequeñas formaciones, los Verdes y el partido nacionalista galés Plaid Cymru.

La idea de esta alianza era presentar un candidato común para los tres partidos en 60 circunscripciones, con el objetivo de que fuesen elegidos un máximo de diputados proeuropeos. Pero este intento fracasó: su impacto se vio muy reducido por la decisión del Partido Laborista de no participar en él.

AFP I Londres