Tras el rescate de dos niños víctimas de violencia doméstica, vecinos de la delegación de El Oro, en Ixmiquilpan, piden a la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) que el caso no quede impune.
Acusan que la madrastra es “una reconocida abogada” en el municipio y temen que lleve a cabo acciones de tráfico de influencias, debido a que el Ministerio Público (MP) actuó hasta que fue presionado por los pobladores y tres delegaciones más.
Asimismo, solicitan que los niños no sean separados, debido a que provienen de una historia de abusos y maltratos. Demandan que la investigación se amplíe hacia los hijos de la imputada, quienes ya son adultos y también estarían involucrados en las agresiones.
La delegación del barrio interpuso la denuncia penal, mientras que otros vecinos, quienes por razones de la propia investigación han solicitado la reserva de sus datos generales, han apoyado con testimonios y han manifestado su disposición para contribuir en este proceso.
Aunque los niños, de siete y 10 años de edad, ya están bajo el resguardo de las autoridades estatales, hasta el momento no ha sido detenida alguna persona por estos hechos. El día que fueron rescatados los menores, quien atendió a las autoridades y recibió la notificación de la orden de cateo fue la abuela.
De acuerdo con la comunidad, el caso de abuso hacia los niños no es un asunto reciente, existen antecedentes y fue el viernes por la noche cuando los vecinos decidieron tomar medidas, cercando la vivienda para asegurarse de que las autoridades pudieran hacer el rescate, lo cual se dio horas después, tras una orden de cateo autorizada por un juez.
Antonio Reyes I Ixmiquilpan
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