Habitantes de la comunidad Cruz Azul, en Tula, exigieron al gobierno municipal, encabezado por Manuel Hernández Badillo, liberar las vías de comunicación de su localidad para garantizar el derecho al libre tránsito.

Durante una mesa de trabajo con autoridades municipales, los pobladores señalaron que el grupo que tiene el control de la cementera La Cruz Azul mantiene “secuestrados los caminos del antiguo Jasso, sobre todo las que conducen hacia la fábrica de Ciudad Cooperativa”.

Además, acusaron que tienen sitiado el puente frente al estadio de futbol 10 de Diciembre, que lleva hacia la planta de cemento, así como a la comunidad Pueblo Nuevo, Denguí y Tepeji del Río, “sin que la autoridad local haga nada por remediarlo, y hasta hay una complicidad”.

Los pobladores se quejaron de que la inseguridad ha aumentado. Indicaron que, en los últimos meses, varios domicilios han sido “baleados y vandalizados”, ante la omisión del ayuntamiento.

“Tula y en particular Cruz Azul, se han convertido en un pueblo sin ley”, dijo uno de los quejosos, quien pidió aumentar la seguridad de la zona.

Otra afectada aseveró que hombres desconocidos atacaron su domicilio con armas de fuego, además de que rompieron y “navajearon” todo.

“Afortunadamente no estábamos en casa, si no hasta nos hubieran matado, no se trató de un robo, porque no se llevaron nada”, apuntó.

Señaló al alcalde Manuel Hernández por mantener una “amistad” con el grupo que mantiene bloqueados los accesos a Cruz Azul y ha generado, indicó, un clima de inseguridad en las cercanías de la cementera.

La habitante pidió la aplicación “del Estado de Derecho para que se sancione y se encarcele a los responsables de la incertidumbre y de la violencia que se ha padecido en el antiguo Jasso”.
Consideró que “parte de la ingobernabilidad que hoy se vive en Tula ha sido propiciada por las propias autoridades”.

Miguel Ángel Martínez | Tula de Allende