A fin de realizar mediciones y análisis sobre los posibles daños a la salud de los vecinos de la ribera del río Tula, la central de colectivos Todos Somos Tula convocó a lugareños con residencia a menos de tres kilómetros del afluente para realizarse estudios de sangre y detectar anomalías.

Al respecto, Angélica Violeta Arellano Ángeles, secretaria de la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, dijo que las mediciones se llevarán a cabo el próximo 5 de mayo, a las 7:00 horas, y que el objetivo principal es que la zona suroccidental de la entidad sea reconocida como Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA) para que se destinen recursos federales para la restauración ecológica pertinente.

Arellano Ángeles recordó que existe un proceso para solicitar la declaratoria de emergencia ambiental, que debe ser un decreto presidencial, pero que hasta ahora el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lo ha ignorado.

Sostuvo que mediante los resultados de los muestreos se exhibirá lo grave de la problemática, ya que hasta la fecha, aunque existen estudios previos, estos no se han hecho públicos: “Como si las autoridades no quisieran que se difundieran para evitar generar pánico en la población”.

Indicó que los lugareños tienen derecho a vivir en un medio sano y buscan la restauración de su entorno.

Señaló que, gracias a un proyecto del Consejo Nacional de Ciencia y Tec-nología (Conacyt), “finalmente se está prestando atención a la región”.

Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende