Luego de que un vecino del barrio La Esperanza, ubicado en la cabecera municipal de Calnali, acusó que pobladores ampliaron una vereda en el bosque mesófilo de la zona, con la supuesta autorización del alcalde Miguel Jiménez Espinosa, el edil manifestó que no emitió ningún permiso para la apertura del camino.
El presidente pesista reconoció que el ensanchamiento de la senda generó inconformidad en habitantes que tienen terrenos en la parte baja del sector; sin embargo, aseveró que se llevó a cabo una mesa de trabajo con las partes involucradas y que llegaron a acuerdos; por tanto, considera, no existe un conflicto en el polígono.
Agregó que un grupo de personas que habita en la parte alta del cerro le informó que querían hacer más ancha la vereda existente para que pudieran circular cuatrimotos; no obstante, reiteró que no autorizó la obra.
Ayer, Criterio publicó que, según un vecino del barrio mencionado, los pobladores que abrieron la senda talaron árboles, por lo que ahora existen escurrimientos que afectan a viviendas de la parte baja de la zona.
Según el ayuntamiento, para derribar árboles es necesario crear una solicitud, la cual debe ser autorizada y sellada por un delegado; además, la petición requiere explicar el motivo por el cual se pretende quitar el espécimen.
Luis Hernández l Calnali