Pese a que el gasoducto Tula-Tuxpan comenzó a construirse en 2016, en Tulancingo no ha podido concluirse la obra debido a la renuencia de los pobladores.
Lo anterior, luego de la resistencia de algunos pobladores indígenas, los cuales integraron el Consejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio de Puebla e Hidalgo e interpusieron cinco juicios de amparo el año pasado.
En noviembre de 2015, TransCanada anunció que fue seleccionada para construir, poseer y operar el Gasoducto Tuxpan-Tula, en México, con un contrato por 25 años para brindar el servicio de suministro de gas natural, obtenido a través de licitación pública con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
De acuerdo con la página de internet de la compañía, esperaban iniciar la construcción del gasoducto en 2016 y entrar en operación en el último trimestre de 2017.
Para 2018, con el ducto Tuxpan-Tula, la empresa contaría con cinco sistemas de canales, con una inversión aproximada de 3 mil millones de dólares en México.
A esta lucha de los pueblos autóctonos se sumaron las comunidades Santa Mónica y San Nicolás, pertenecientes a Tenango de Doria, con el objetivo de defender los centros ceremoniales y el área de bosque mesófilo de la montaña, por donde la empresa pretende pasar la tubería.
“Continúa la resistencia al gasoducto en Santa Mónica. La idea es integrar el expediente de irregularidades, las actas y los mapas de bienes comunes.
“De momento no permitiremos ningún trabajo con la Secretaria de Energía (Sener); hasta que la comunidad deje claro que no permitiremos el trazo del gasoducto en nuestro territorio”, señaló Víctor Castillo, activista en Tenango de Doria.
Nathali González
Tulancingo