El titular de la Secretaría de Desarrollo Humano y Social, Rodrigo Fragoso Marroquín, aseguró que la decisión del municipio de no llevar a cabo el desfile de Independencia, por segundo año consecutivo, es “en apoyo” a la economía de los padres de familia.
Explicó que, si bien algunos planteles educativos pedían lo mínimo para el desfile del 16 de septiembre, otros solicitaban llamativos carros alegóricos para transportar alumnos vestidos con indumentaria de la época, lo cual representa gastos para los tutores.
“A pesar de que ahora el gobernador de Hidalgo apoya con útiles escolares y uniformes, siempre hay erogaciones no previstas en cada inicio de ciclo escolar”, justificó.
Respecto a los padres que consideran que suspender la marcha de Independencia no abona al fomento de la cultura cívica, el funcionario opinó que “el civismo va más allá de un desfile”.
Indicó que tiene que ver con inculcar en los menores el amor al país, fomentar los valores y el respeto irrestricto a los símbolos patrios, pero no solo en las escuelas, sino desde los hogares.
Por su parte, el promotor cultural Felipe Carrillo Montiel opinó que los desfiles u otros actos cívicos deben partir de lo sucedido en Tulancingo, donde Nicolás Bravo formó un batallón con 324 “dragones”: soldados que peleaban tanto a caballo como a pie para defender a la ciudad de los ataques de las tropas españolas.
Refirió que a los dragones se sumaron 205 ciudadanos y, a su vez, al batallón de la Lealtad que formó parte del Gran Ejército Trigarante, comandado por Agustín de Iturbide, quien logró la consumación de la Independencia el 27 de septiembre de 1821.
María Antonieta Islas
Tulancingo