Rafael Castelán Martínez, director ejecutivo de Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos AC (Seiinac), consideró que es lamentable que en Hidalgo no se cuente con un sistema de atención de agresiones, que priorice la seguridad y la vida de niños en casos de violencia sexual o acoso escolar a menores en instituciones de educación y solo sean protocolos de notificación.

Lo anterior, en referencia al menor que falleció en Santiago de Anaya a causa de un presunto caso de bullying.

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“Cuando hay situaciones de violencia escolar o situaciones de abuso sexual infantil, los protocolos que existen al interior de la Secretaria de Educación (Pública de Hidalgo, SEPH) solo denuncian que hay que dar notificación, aviso a los superiores y dejan de lado que posiblemente se esté cometiendo un delito. Por ejemplo, en el caso de abuso sexual, o cuando existen señales de violencia escolar, la verdad es que las instituciones son incapaces de tener un proyecto o una estrategia que pueda atender la problemática y, por supuesto, que garantice la integridad de niños que están siendo violentados”, indicó.

Añadió que la política de la entidad es asincrónica, pues esta data de hace más de 10 años y no ha sido actualizada, sin que se muestren esfuerzos coordinados para invertir en estas acciones o en asegurar los recursos suficientes para que funcione, por lo que casos como el de Adriel son un llamado de atención a las autoridades en los rubros que están desatendidos.

Sobre los efectos que tuvo la pandemia por Covid-19 en la violencia que ha se detonado en escuelas de nivel básico, señaló que esta trajo muchas consecuencias, pero responsabilizar a este fenómeno es negar la responsabilidad de las instituciones de Educación y Salud.