El niño Adriel, de 11 años, fue sepultado ayer, luego de su fallecimiento a consecuencia de las lesiones sufridas, producto del bullying que padecía en su escuela, la primaria Benito Juárez, ubicada en la comunidad Xitzho, en Santiago de Anaya.

Hasta el momento, ninguna autoridad ha tenido acercamiento con los padres del menor, quienes indicaron que únicamente han recibido la solidaridad de los ciudadanos, sus vecinos y a través de redes sociales, donde la gente se ha sumado a la petición de ayuda y justicia, para que este caso sea investigado y no quede impune.

Te puede interesar: Así quedan las candidaturas plurinominales de Morena para diputaciones locales

Únete a nuestro Canal de Whatsapp y recibe las noticias en tiempo real https://bit.ly/3S0OztH

Obed Moreno, padre del menor, pidió el respaldo de la población para hacer la presión necesaria para que la maestra Isela N y el director Rufino sean investigados por estos hechos, pues aseveró que el niño presentaba lesiones que no solo pudieron haberle provocado sus compañeros, sino que pudieron haber sido causadas por un adulto.

“A mi hijo lo asesinaron, lo mataron a golpes. Yo quiero que se haga justicia, que paguen por lo que hicieron. Sé que ni con todo el dinero ni verlos refundidos en la cárcel, voy a poder recuperar a mi bebé, a mi niño, Adriel”, externó.

Durante el sepelio, Obed pidió a los padres de familia con hijos pequeños mejorar la comunicación con ellos y atenderlos inmediatamente cuando detecten signos de violencia escolar, porque es la única manera de frenar un caso como este.

“No pongo a mi hijo como ejemplo, pero lamentablemente así sucedieron las cosas. Hablen con sus hijos, platiquen con ellos, si les dicen que están siendo víctimas de bullying, que los intimidan, hablen con ellos, porque de verdad lo que está pasando hoy en día es muy feo”, dijo.