De acuerdo con información de medios nacionales, pescadores que laboraban en el embalse Canelar, cercano al río Grijalva, dentro de Chiapa de Corzo, en Chiapas, encontraron el pasado miércoles a un cocodrilo de más de tres metros de longitud, el cual se encontraba atorado en las redes usadas para la captura de peces, por lo que se pidió la ayuda de los rescatistas locales.

Las autoridades de Protección Civil de la mencionada demarcación dieron a conocer que este ejemplar medía 3.65 metros de largo y que apareció enredado cerca de un criadero acuícola, por lo que determinaron que este animal representa un riesgo para las especies acuáticas cultivadas.

Asimismo, se precisó que se tuvo conocimiento de la presencia del cocodrilo tras un llamado de auxilio por parte de los trabajadores del embalse Canelar, pues, según los afectados, este reptil “había causado daños” al alimentarse de los criaderos de tilapias, los cuales son usados para la subsistencia de la localidad.

Tras la alerta, los rescatistas de Chiapa de Corzo acudieron hasta el sitio y realizaron las maniobras pertinentes para desenredarlo, ponerle mordaza y abordarlo a un camión de cuatro toneladas para ser retirado del lugar.

Por otro lado, se comprobó que dicho animal se trataba de una especie protegida por las leyes y normas ambientales federales, por lo que fue llevado a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), a cargo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Chiapas.

Redacción web

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Una asociación encontró una fosa clandestina en la que habían los cadáveres de aproximadamente 50 perros, en el Municipio de Zumpango, Estado de México.

Elizabeth Soto, de la organización Seres Libres, explicó  que vecinos del Fraccionamiento Santa Isabel les reportaron la existencia de una perrera clandestina.

 Al acudir al lugar, activistas constataron que emanaba hedor y localizaron la fosa con varios cuerpos de animales.